"Todos somos parte de la HIstoria"
martes, 15 de noviembre de 2011
FLORA Y FAUNA DE EUROPA
Aunque buena parte del continente, en particular el oeste, estaba en su origen cubierta de bosques, la flora ha sido transformada por la expansión humana y el desmonte. Sólo los bosques de las zonas montañosas más septentrionales y de zonas del norte y centro de la Rusia europea han permanecido relativamente a salvo de la actividad humana. Por otra parte, Europa está cubierta en su mayoría de bosques plantados (repoblación forestal) o que han vuelto a ocupar tierras desmontadas. La zona de vegetación más grande de Europa, que corta la mitad del continente desde el Atlántico a los Urales, es un cinturón de árboles de hoja caduca y coníferas: robles, arces y olmos mezclados con pinos y abetos.
Las regiones árticas de Europa septentrional y las vertientes superiores de sus montañas más altas se caracterizan por la vegetación de tundra, constituida fundamentalmente por líquenes, arbustos y flores salvajes. Las temperaturas del interior de Europa septentrional, más suaves pero aún frías, crean un ambiente favorable al desarrollo de bosques de coníferas como la picea y el pino, aunque también hay abedules y álamos. La mayor parte de la gran llanura europea está cubierta de praderas, zonas de hierbas relativamente altas; Ucrania se caracteriza por la estepa, una región llana y seca con hierbas cortas. Las tierras que bordean el Mediterráneo destacan por los frutos de algunos de sus árboles y arbustos, en especial aceitunas, cítricos, higos y uvas.
En otras épocas, Europa fue el hogar de una gran variedad de animales, como el ciervo, el alce, el bisonte, el jabalí, el lobo y el oso. Sin embargo, los humanos han ocupado o desarrollado tal cantidad de territorio europeo que numerosas especies animales se han extinguido o reducido su número. El ciervo, el alce, el lobo y el oso se pueden encontrar en estado salvaje y en cantidades significativas sólo al norte, en Escandinavia y Rusia, y en la península de los Balcanes. En otras zonas habitan sobre todo en reservas protegidas. Los saamis (lapones) del extremo norte crían renos (caribúes domesticados). El rebeco y el íbex (íbice) viven en las cumbres más altas de los Pirineos y los Alpes. En Europa todavía hay muchos animales pequeños como la comadreja, el hurón, la liebre, el conejo, el erizo, el lemming, el zorro y la ardilla, y gran número de pájaros autóctonos, como el águila, el halcón, el pinzón, el ruiseñor, el búho, la paloma, el gorrión y el tordo. Se cree que las cigüeñas traen buena suerte a las casas donde anidan, en especial en los Países Bajos, y los cisnes adornan los ríos y lagos europeos. Los salmones de Escocia, Irlanda y el Rin son muy apreciados por los europeos y en las aguas costeras marinas hay gran variedad de peces, incluidos especímenes de importancia comercial como el bacalao, la caballa, el arenque y el atún. En los mares Negro y Caspio hay esturiones, de los que se extrae el caviar.
ECONOMIA
Europa es un continente poblado desde la Prehistoria. A lo largo de los siglos ha modificado profundamente el medio, lo que se traduce en una presencia masiva de la humanidad y un territorio ordenado con numerosas redes de comunicación y una malla urbana muy importante.
Europa tiene una economía capitalista desarrollada. Esto le permite una alta densidad de población (más de 70 h/km² de media) proporcionando a sus habitantes altos grados de confort. La densidad de la población en Europa es muy desigual. La Europa central supera los 100 h/km², e incluso los 300 h/km² en los Países Bajos. Alrededor de este núcleo la densidad de población se sitúa entre 50 h/km² y los 100 h/km². En los países nórdicos no superan los 25 h/km², y en las zonas frías de estos países la densidad demográfica no supera los 2 h/km².
Europa tiene, en el 2007, aproximadamente, 810 millones de habitantes. Tras el fin de la transición demográfica en toda Europa el crecimiento de la población europea se ha estancado. Las tasas de natalidad y fecundidad son muy bajas, y también las de mortalidad. La tasa de fecundidad está en torno a 1,6 hijos por mujer. Muy justa para garantizar el reemplazo generacional. El crecimiento de población está, en todo caso, por debajo del 1% anual. En la Europa occidental el crecimiento es muy bajo, pero en la oriental está estancado o es decididamente negativo. La tasa de mortalidad también es muy baja, menos del 10% anual, y muy baja es, también, la mortalidad infantil.
La población Europea creció muy rápidamente a lo largo del siglo XX, se pasó de los 400 millones, a los 800 millones que se alcanzaron en la década de 1980, y desde entonces apenas se ha crecido. Desde mediados del siglo XIX Europa ha comenzado y terminado la transición demográfica, pero aún están vivas la últimas generaciones de ese período, lo que provoca problemas de envejecimiento. La mayoría de la población europea tiene edades avanzadas. Más de uno de cada tres europeos tiene entre 25 y 45 años. Además la esperanza de vida al nacimiento es muy elevada, todos los países sobrepasan los 70 años de edad, lo que, previsiblemente, signifique que el envejecimiento será cada año mayor, hasta que desaparezcan estas generaciones. Si se exceptúa la guerra de Yugoslavia, la mortalidad catastrófica está erradicada de Europa desde el fin de la segunda guerra mundial.
La mayor parte de la población europea vive en ciudades. Más del 75% de la población es urbana. Pero además, el mundo rural europeo está muy urbanizado, de tal manera que aún viviendo en núcleos de población pequeños se puede considerar a esta población urbana. La vida urbana es un modelo generalizado, y la rural prácticamente ha desaparecido. A esta situación se llegó tras un proceso de éxodo rural que se dio en todos los países de Europa a lo largo del siglo XX. Este proceso terminó por despoblar el campo en favor de las ciudades. En los últimos años se observa un proceso de retorno, gracias a las buenas comunicaciones, que permiten vivir en un entorno rural menos masificado, y trabajar en las grandes urbes.
Existe una Europa, la de la zona euro más Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Suiza, e Islandia, que son países que reciben emigrantes procedentes del mundo subdesarrollado. Por el contrario, el resto de los países de Europa son regiones de emigración, algunos de ellos aún después de haber entrado en la Unión Europea. Y es que ha pasado muy poco tiempo para que las ayudas de la Unión a estos países tenga resultados claros. Los países que más inmigrantes reciben son Alemania, Francia, Inglaterra y España. La inmigración en España se ha disparado en los últimos 15 años, de tal manera que si a comienzos de la década de 1990 era anecdótica hoy en día los inmigrantes suponen casi el 10% de la población. La tendencia de los países que reciben inmigrantes es a dificultar su llegada.
POBLACION DE EUROPA
Europa es un continente poblado desde la Prehistoria. A lo largo de los siglos ha modificado profundamente el medio, lo que se traduce en una presencia masiva de la humanidad y un territorio ordenado con numerosas redes de comunicación y una malla urbana muy importante.
Europa tiene una economía capitalista desarrollada. Esto le permite una alta densidad de población (más de 70 h/km² de media) proporcionando a sus habitantes altos grados de confort. La densidad de la población en Europa es muy desigual. La Europa central supera los 100 h/km², e incluso los 300 h/km² en los Países Bajos. Alrededor de este núcleo la densidad de población se sitúa entre 50 h/km² y los 100 h/km². En los países nórdicos no superan los 25 h/km², y en las zonas frías de estos países la densidad demográfica no supera los 2 h/km².
Europa tiene, en el 2007, aproximadamente, 810 millones de habitantes. Tras el fin de la transición demográfica en toda Europa el crecimiento de la población europea se ha estancado. Las tasas de natalidad y fecundidad son muy bajas, y también las de mortalidad. La tasa de fecundidad está en torno a 1,6 hijos por mujer. Muy justa para garantizar el reemplazo generacional. El crecimiento de población está, en todo caso, por debajo del 1% anual. En la Europa occidental el crecimiento es muy bajo, pero en la oriental está estancado o es decididamente negativo. La tasa de mortalidad también es muy baja, menos del 10% anual, y muy baja es, también, la mortalidad infantil.
La población Europea creció muy rápidamente a lo largo del siglo XX, se pasó de los 400 millones, a los 800 millones que se alcanzaron en la década de 1980, y desde entonces apenas se ha crecido. Desde mediados del siglo XIX Europa ha comenzado y terminado la transición demográfica, pero aún están vivas la últimas generaciones de ese período, lo que provoca problemas de envejecimiento. La mayoría de la población europea tiene edades avanzadas. Más de uno de cada tres europeos tiene entre 25 y 45 años. Además la esperanza de vida al nacimiento es muy elevada, todos los países sobrepasan los 70 años de edad, lo que, previsiblemente, signifique que el envejecimiento será cada año mayor, hasta que desaparezcan estas generaciones. Si se exceptúa la guerra de Yugoslavia, la mortalidad catastrófica está erradicada de Europa desde el fin de la segunda guerra mundial.
La mayor parte de la población europea vive en ciudades. Más del 75% de la población es urbana. Pero además, el mundo rural europeo está muy urbanizado, de tal manera que aún viviendo en núcleos de población pequeños se puede considerar a esta población urbana. La vida urbana es un modelo generalizado, y la rural prácticamente ha desaparecido. A esta situación se llegó tras un proceso de éxodo rural que se dio en todos los países de Europa a lo largo del siglo XX. Este proceso terminó por despoblar el campo en favor de las ciudades. En los últimos años se observa un proceso de retorno, gracias a las buenas comunicaciones, que permiten vivir en un entorno rural menos masificado, y trabajar en las grandes urbes.
Existe una Europa, la de la zona euro más Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Suiza, e Islandia, que son países que reciben emigrantes procedentes del mundo subdesarrollado. Por el contrario, el resto de los países de Europa son regiones de emigración, algunos de ellos aún después de haber entrado en la Unión Europea. Y es que ha pasado muy poco tiempo para que las ayudas de la Unión a estos países tenga resultados claros. Los países que más inmigrantes reciben son Alemania, Francia, Inglaterra y España. La inmigración en España se ha disparado en los últimos 15 años, de tal manera que si a comienzos de la década de 1990 era anecdótica hoy en día los inmigrantes suponen casi el 10% de la población. La tendencia de los países que reciben inmigrantes es a dificultar su llegada.
HIDROGRAFIA
Los ríos europeos son moderadamente largos, sin grandes avenidas y, en general, regulares, la excepción a estas características son los ríos mediterráneos, que tienen profundos estiajes y grandes avenidas. Los ríos bálticos y rusos se hielan en invierno. Los grandes ríos son navegables durante muchos kilómetros.
Los ríos más largos de Europa son:
* Volga que tiene 3.531 km de longitud y desemboca en el mar Caspio.
* Ural que tiene 2.428 km y desemboca en el mar Caspio.
* Dniéper que tiene 2.201 km y desemboca en el mar Negro.
* Danubio que tiene 2.860 km de longitud y que desemboca en el mar Negro.
* Rin que tiene 1.326 km de longitud y que desemboca en el Atlántico.
Sobrepasan los 1000 km el Elba, el Loira y el Tajo; que desembocan en el Atlántico, el Vístula, el Dvina que desembocan en el Báltico, y el Don que desembocan en el Mar de Azov, el Pechora que desemboca en el océano Ártico y el Dniéster que desemboca en el Mar Negro.
Otros ríos importantes son: Guadalquivir, Guadiana, Duero, Garona, Sena, Támesis y Mosa que desembocan en el Atlántico; Óder que desemboca en el Báltico; Ebro y Ródano, que desembocan en el Mediterráneo; y Po que desemboca en el mar Adriático.
En Europa hay multitud de pequeños lagos repartidos por todo el territorio. La mayor parte de los lagos son de origen glaciar y se encuentran en el entorno del mar Báltico. La excepción es el mar Caspio, que hace frontera con Asia. Los lagos más grandes de Europa son:
* Ladoga de 18.400 km²
* Onega de 9.752 km²
* Vaenern de 5.565 km²
* Saimaa 4.400 km²
Superan los 1.000 km²: Paijaenne, Irari, Vaettern y Maelaren, todos ellos en Suecia, Finlandia o Rusia.
Fuera del ámbito del Báltico tienen importancia los lagos Balatón (Hungría), Grada (Italia), Leman y Constanza (Suiza).
Todos los grandes ríos europeos están regulados por embalses, que proporcionan energía eléctrica, agua para regadío y para consumo humano. Desde la Antigüedad han servido como medio de comunicación, y aún son navegables en gran parte de su recorrido. En el centro y norte de Europa existe una tupida red de canales que comunica un río con otro, de tal manera que es posible atravesar gran parte del continente de río en río y de canal en canal.
Los ríos mediterráneos son más irregulares, y hoy en día no permiten la navegación, pero a lo largo de su curso se diseminan presas y canales para regadío y generación de energía eléctrica. Son los ríos más embalsados del continente, ya que la irregularidad de sus caudales hace necesario reservar agua para las épocas de sequía.
Los ríos más septentrionales se hielan en invierno, así como el Mar Báltico y el océano Ártico. Durante esta época los ríos se convierten en vías de comunicación por las que pueden circular trineos, y barcazas durante la época de deshielo.
RELIEVE
EUROPA ES UN CONTINENTE DE POCA ALTURA MEDIA (340 m.)
El relieve de Europa es relativamente simple. Todo el conjunto se organiza en torno a una gran llanura central que está rodeada de regiones montañosas y mares. El 66% del territorio europeo no supera los 200 metros de altitud; no obstante, la influencia de las montañas es crucial para entender la cultura europea. La combinación de montaña y llanura da al territorio una variedad ecológica que es vital desde la Antigüedad.
Las mayores elevaciones montañosas en Europa son: Elbrus (5.633 m), Mont Blanc (4.807 m) y Mulhacén (3.478 m).
A pesar de lo dicho, lo más destacado del relieve europeo es la presencia permanente del mar. Las costas son muy recortadas. Europa tiene más de 43.000 km de costas; y casi ningún punto de su territorio deja de sentir la influencia del mar. Los mares europeos han sido vías de comunicación que han facilitado el contacto entre los pueblos. Dos son los grandes mares europeos el Mar del Norte y Báltico, por un lado y el Mediterráneo por otro. Se encuentran con facilidad puertos naturales, fiordos, rías, golfos, etc. Los accidentes geográficos más importantes son:
Penínsulas: Kanin, Kola, Jutlandia, Escandinavia, Iberia, Italia y Balcanes.
Cabos: Norte, Punta de San Mateo, Finisterre, Roca, San Vicente, Gata, Spartivento y Matapan.
Golfos: Botnia, Finlandia, Vizcaya, León, Génova y Venecia.
Estrechos: Canal de la Mancha, Gibraltar, Messina, Dardanelos y Bósforo.
Islas: Islandia, Británicas, Baleares, Córcega, Cerdeña, Sicilia y Creta.
En Europa se distinguen los siguientes conjuntos:
* la gran llanura europea, que se extiende desde los montes Urales hasta el río Weser en Alemania;
* las llanuras atlánticas, que se extienden desde el río Weser hasta las Landas y el Pirineo;
* las llanuras interiores, como la llanura de Hungría, Valaquia, la llanura Central Rusa y las alturas del Volga;
* las llanuras litorales mediterráneas, orientadas al Mediterráneo y muy estrechas;
* los viejos macizos hercinianos y caledonianos, como el macizo Central Francés, el Macizo Ibérico y el escudo Escandinavo, son las estructuras en torno a las cuales se desarrolla el resto del relieve, y en su interior se encuentran sistemas montañosos como los montes de Irlanda, los montes Grampianos, los montes Escandinavos, el Sistema Central Ibérico y la meseta de Finlandia;
* los arcos alpinos, las montañas más jóvenes, como Sistema Bético, Cordillera Cantábrica, Pirineos, Alpes, Alpes Dináricos, Apeninos, Cárpatos, Alpes de Transilvania, Balcanes y Cáucaso.
* el Jura, los Vosgos, la Selva Negra, la Selva de Bohemia, los Montes Metálicos, los Sudetes y los Montes de Moravia en el centro del continente.
* Los montes Urales forman la frontera con Asia por el este y el Cáucaso por el sur.
El relieve europeo se organiza en torno a los conjuntos más duros y antiguos que forman sus estructuras. Las primeras tierras emergidas aparecen en el Precámbrico, son los escudos del norte y del este del continente. En su paisaje predominan las formas suaves y redondeadas, y los materiales muy duros: granitos, gneis y pizarras. Pertenecen a este conjunto las regiones de Escocia y el escudo escandinavo, y la gran llanura rusa.
lunes, 14 de noviembre de 2011
CLIMA DE EUROPA
El clima europeo está determinado por la posición de Europa en el globo, entre las latitudes medias y altas del norte y en la fachada occidental del continente eurasiático.
Le afectan las masas de aire polar marítimo y polar continental, pero también las masas de aire tropical marítimo, y sólo en ocasiones tropical continental. La constante presencia de masas de aire marítimo hace del europeo un clima estable y agradable.
CLIMAS TEMPLADOS :
- Mediterraneo
- Continental
- Oceanico
CLIMAS FRIOS:
- Polar
- Montaña
CLIMA SUBTROPICAL
miércoles, 9 de noviembre de 2011
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